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La Importancia de Ser Agradecidos

Cortesía del Club de Patrocinadores

La gente agradecida padece menos de estrés y depresión, mantienen una presión arterial saludable y tienen mejores niveles de energía. 

Robert E Emmons

“Aclamad a Yehová, porque él es bueno; porque su misericordia es eterna” 1 Crónicas 16:34.

¿Qué es la gratitud y por qué es tan importante? ¿Realmente hace la diferencia que vivamos con una actitud que muestre agradecimiento a Dios por todo lo que Él nos ha dado e incluso por lo que no nos ha dado? ¿Cuál es el beneficio de ser agradecido?

Al estudiar las parashot semanales (las porciones de la Torá), podemos encontrar con facilidad que una y otra vez el pueblo de Israel mostró una actitud incorrecta delante de Yehováh desde que salió de la tierra de Egipto.

“Y murmuró el pueblo contra Moisés, diciendo: ¿Qué beberemos?…” (Ex 15:24), “Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y contra Aarón en el desierto” (Ex 16:2), “…y el pueblo se impacientó por causa del viaje. Y el pueblo habló contra Dios y Moisés” (Num 21:4-5), “Y murmuraron contra Moisés y Aarón todos los hijos de Israel…” (Num 14:2-3), “Y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: “Porque el SEÑOR nos aborrece, nos ha sacado de la tierra de Egipto para entregarnos en manos de los amorreos y destruirnos” (Deu 1:27). “Y el pueblo comenzó a quejarse en la adversidad a oídos de Yehováh; y cuando Yehováh oyó, se encendió su ira, y el fuego de Yehováh ardió entre ellos y consumió un extremo del campamento” (Num 11:1).

Los hijos de Israel mostraron su descontento durante su caminar en el desierto, omitiendo así cada una de las bendiciones que presenciaron sus ojos, desde las plagas, el cruce del Mar Rojo, hasta la provisión diaria, el maná que descendía del cielo, experiencias por la que solamente el pueblo de Israel puede estar agradecido y de las cuales puede dar testimonio:

“Porque pregunta ahora si en los tiempos pasados que han sido antes de ti, desde el día que creó Dios al hombre sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho cosa semejante a esta gran cosa, o se haya oído otra como ella. 33 ¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios, hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, sin perecer34 ¿O ha intentado Dios venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, con milagros y con guerra, y mano poderosa y brazo extendido, y hechos aterradores como todo lo que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto ante tus ojos 36 Desde los cielos te hizo oír su voz, para enseñarte; y sobre la tierra te mostró su gran fuego, y has oído sus palabras de en medio del fuego37 Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos, y te sacó de Egipto con su presencia y con su gran poder38 para echar de delante de tu presencia naciones grandes y más fuertes que tú, y para introducirte y darte su tierra por heredad, como hoy” Deuteronomio 4:32-34,36-38.

A causa de la falta de agradecimiento y la continua murmuración de parte del pueblo de Israel hacia Moisés y hacia Dios mismo, el pueblo sufrió las consecuencias en diferentes ocasiones.

“Y el pueblo comenzó a quejarse en la adversidad a oídos de Yehováh; y cuando Yehováh oyó, se encendió su ira, y el fuego de Yehováh ardió entre ellos y consumió un extremo del campamento” (Num 11:1).

“25 Antes murmuraron en sus tiendas, Y no oyeron la voz de Yehová. 26 Por tanto, alzó su mano contra ellos para abatirlos en el desierto, 27 Y humillar su pueblo entre las naciones, Y esparcirlos por las tierras” Salmo 106:25-27.

Aprendamos de la experiencia vivida por Israel en el desierto para no cometer los errores que ellos cometieron. Por el contrario, busquemos razones por las cuales podemos estar agradecidos con el Creador. Despertar cada día con una actitud agradecida va a mejorar no solo nuestra condición espiritual, sino que también nuestra salud en todos los aspectos.

Incluso la ciencia así lo afirma. Un estudio citado por el autor Robert E Emmons en su libro “Gratitude Works!” demostró que la gente agradecida padece menos de estrés y depresión, mantienen una presión arterial saludable y tienen mejores niveles de energía. El mismo estudio menciona que estar agradecidos desacelera el proceso normal de envejecimiento del ser humano y al mismo tiempo nos ayuda a disminuir la absorción de grasas.

Los dos espías que trajeron un reporte positivo (Josué y Caleb), a diferencia de los otros diez, lograron entrar a la tierra prometida por el solo hecho de mostrar una actitud positiva y de agradecimiento al Todopoderoso por la tierra que les iba a entregar en sus manos, cumpliendo así la promesa que Yehováh le había dado a Abraham, Isaac y Jacob.

Sin importar la condición en que nos encontremos hoy, seamos agradecidos con Yehováh, y enseñémosles a nuestros hijos a dar gracias en todo momento porque Él ha sido bueno con nosotros, y porque ciertamente “nuevas son sus misericordias cada mañana”.

¡Shalom!


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Parashá Emor – Las Fiestas de Yehováh
Levítico 21:1-24:23

En Levítico, capítulo 16, se nos presenta el ritual de sacrificios que será llevado a cabo cada Yom Kipur. Este día es el único en el año en que el sacerdote ingresaba al Lugar más Santo.

En este ritual comunitario,  Aarón debía poner sus dos manos sobre la cabeza de un macho cabrío vivo, y confesar  todas las iniquidades de los hijos de Israel “para hacer expiación una vez al año por todos los pecados de Israel”.

Este era un día extremadamente solemne, y en esta parashá tenemos la oportunidad de ver cómo fue originalmente concebido en las instrucciones del Creador a Israel. Veamos que podemos aprender de esto:

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Rastros de la Torá | Cartas de Pablo – Parte 2


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Parashá Kadoshim [cabecera]

Parashá Kedoshim – Apartados
Levítico 19:1-20:27

En Levítico, capítulo 16, se nos presenta el ritual de sacrificios que será llevado a cabo cada Yom Kipur. Este día es el único en el año en que el sacerdote ingresaba al Lugar más Santo.

En este ritual comunitario,  Aarón debía poner sus dos manos sobre la cabeza de un macho cabrío vivo, y confesar  todas las iniquidades de los hijos de Israel “para hacer expiación una vez al año por todos los pecados de Israel”.

Este era un día extremadamente solemne, y en esta parashá tenemos la oportunidad de ver cómo fue originalmente concebido en las instrucciones del Creador a Israel. Veamos que podemos aprender de esto:

Blog Ajarei Mot [cabecera]

Parashá Ajarei Mot – Los dos machos cabríos – Levítico 16:1-18:30

En Levítico, capítulo 16, se nos presenta el ritual de sacrificios que será llevado a cabo cada Yom Kipur. Este día es el único en el año en que el sacerdote ingresaba al Lugar más Santo.

En este ritual comunitario,  Aarón debía poner sus dos manos sobre la cabeza de un macho cabrío vivo, y confesar  todas las iniquidades de los hijos de Israel “para hacer expiación una vez al año por todos los pecados de Israel”.

Este era un día extremadamente solemne, y en esta parashá tenemos la oportunidad de ver cómo fue originalmente concebido en las instrucciones del Creador a Israel. Veamos que podemos aprender de esto:

2 Padre orando por su hijo

El arte de bendecir a nuestros hijos

Muchos no desean tener hijos. Y quienes los tienen, a menudo no saben qué hacer con ellos o cómo criarlos, por lo cual terminan en manos de desconocidos o de los sistemas educativo y social.

En Génesis 48:15-16, encontramos la bendición que Jacob pronunció sobre José y sus hijos:

“Bendijo a José, diciendo:
‘El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor desde que existo hasta hoy, el ángel que me ha rescatado de todo mal, bendiga a estos jóvenes. Que mi nombre y el nombre de mis padres Abraham e Isaac permanezcan en ellos, y que crezcan y se multipliquen abundantemente en medio de la tierra’.”

La paternidad es un privilegio y una enorme responsabilidad que nos da Yehováh, brindándonos la oportunidad de moldear las vidas de nuestros hijos. Al igual que en todos los aspectos de la vida, Él hace su parte y nosotros la nuestra; al relacionarnos con nuestros hijos, podemos comprender cómo nuestro Padre Eterno se relaciona con nosotros.

Desafortunadamente, en la actualidad, muchos no desean tener hijos, como indican las estadísticas demográficas. Y aquellos que los tienen, a menudo no saben qué hacer con ellos o cómo criarlos, lo que resulta en que los hijos terminen en manos de desconocidos o simplemente de los sistemas educativo y social.

Sin embargo, las Escrituras nos enseñan cómo ser padres, proporcionándonos modelos a seguir. Una de estas prácticas es bendecir a nuestros hijos de manera explícita, inteligente y consistente. No me refiero al simple estribillo recitado inconscientemente a diario al despedirlos, “Dios te bendiga”, el cual pierde su significado con el tiempo.

Hablo de una bendición inspirada por el Espíritu de Yehováh, para que cuando la pronunciemos sobre nuestros hijos, sea algo serio e impactante que quede grabada en sus mentes y corazones de manera indeleble. Si aún no lo has hecho, ¿qué estás esperando para empezar?

En Números 6 encontramos la bendición que Yehováh ordenó a los sacerdotes para que la pusieran sobre su pueblo. Dado que uno de los roles del padre de familia es actuar como “sacerdote”, intercediendo por sus hijos ante Yehováh, ¿por qué no orar por nuestros hijos, siguiendo el modelo que nos proveen las Escrituras?

“Yehováh te bendiga y te guarde; Yehováh haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia; Yehováh alce sobre ti su rostro y te dé paz”.  Números 6:24-26

¿Que efecto puede tener esto en la vida de nuestros hijos? En primer lugar ellos tendrán conciencia de que han sido encomendado al Todopoderoso Creador para su guía y protección; a lo largo de la vida nos enfrentamos con múltiples situaciones de peligro no solo físico, sino de toda índole. Cuando los hijos saben que pueden contar con tal protección los hace seguros y formes en sus decisiones.

En segundo lugar, cuando invocamos a Yehováh para que “haga resplandecer su rostro” sobre nuestros hijos, estamos orando por discernimiento para ellos; Dios se manifiesta continuamente en sus vidas, pero si ellos no lo disciernen, terminarán atribuyendo a la suerte, ya sea buena o mala, lo que les ocurre. Para que esto suceda la misericordia de Yehováh tiene que entrar en juego. Nadie se merece que Él haga resplandecer su rostro sobre él o ella; si sucede es porque en un derroche de su bondad Dios se deja percibir y eso transforma la vida de las personas.

Por último cuando declaramos que Yehováh alce su rostro sobre ti y te de paz, estamos pidiendo que Él, se fije en nuestro hijo en particular, es como pedirle que dentro de la multitud de gentes, Él identifique a nuestro hijo por su nombre y una vez encontrado, le dé la certeza de que todo está bajo su control, porque solamente así se puede tener paz; la paz que sobrepasa todo entendimiento y que hace a la persona mantenerse sobria, ser prudente, tener claridad para evaluar las circunstancias, y ser agradecido aun en medio de las mas grandes dificultades.

Esta es una invitación para que cuando ores, lo hagas de manera consciente e inteligente; las repeticiones vacías no son útiles y son abominables ante Yehováh; pero una oración sincera y espontánea, pronunciada con el corazón, tiene muchas posibilidades de llegar al trono de nuestro Padre y obtener respuesta.

Yehováh te dé sabiduría y dirección para orar y bendecir adecuadamente a tus hijos.

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¡Date prisa y sal de tu propio Egipto!

La celebración de Pésaj es en un sentido la celebración más importante de todas, ya que ninguna otra de las celebraciones, puede concebirse sin primero ‘salir de Egipto’.

Año tras año celebramos rituales que fueron instituidos hace milenios. Año tras año repetimos un ciclo de tradiciones que despiertan partes de nuestra psiquis y reviven nuestro espíritu. El calendario del Creador se encuentra en sintonía con la naturaleza, la cual es Su creación, tal como lo somos nosotros. Al retornar una y otra vez Sus caminos, aquella senda antigua, estamos retornando a aquella parte profunda dentro de nuestro ser, en donde el Espíritu del Dios Viviente se manifiesta.

La celebración de Pésaj es en un sentido la celebración más importante de todas, ya que ninguna otra de las celebraciones, puede concebirse sin primero ‘salir de Egipto’. Incluso el Shabat no podría haber sido entregado al pueblo de Israel sin primero haber salido de Egipto (ellos recibieron ese mandamiento en relación al día en que no caería maná). La salida de Egipto marca el primer mes del calendario (Éxodo 12:2) y marca el comienzo de la relación de Yehováh con el pueblo como un grupo, en lugar de hacerlo de manera individual tal como lo fue con los patriarcas hasta ese momento.

Hay un versículo interesante en la narrativa del Éxodo, que aparece al mismo tiempo que los hijos de Israel están saliendo de Egipto:

Y cocieron tortas sin levadura de la masa que habían sacado de Egipto, pues no había leudado, porque al echarlos fuera los egipcios, no habían tenido tiempo ni para prepararse comida.

Éxodo 12:39

A pesar de que los hijos de Israel conocían la idea de que había un Éxodo planeado, luego de cientos de años de esclavitud y siendo testigos de las caprichosas y rotundas negativas del Faraón, incluso después de las más severas plagas, ellos no necesariamente podían creer que la salida y liberación de esa esclavitud fuera posible.

En un instante el Faraón ordenó su expulsión (o les permitió la salida, dependiendo de cómo decidamos verlo) de los hijos de Israel y al siguiente instante, ellos salieron libres al desierto.

El simbolismo para hoy

Egipto fue el lugar en que los hijos de Israel sufrieron un período de esclavitud; pero metafóricamente hablando, puede simbolizar aquello que nos mantiene esclavos a nosotros. Pesaj no es sólo el momento en que conmemoramos la salida histórica del pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto, sino que es también la celebración de nuestra propia liberación de aquello que nos esclaviza.

No es por nada que los rabinos judíos exhortan al pueblo a que “cada persona se vea a sí misma como si hubiera salido de Egipto”. La celebración de la fiesta debe ser a nivel nacional, pero también a nivel personal.

Puede que seamos libres hoy en un sentido físico, pero es de la naturaleza humana, volver a caer en ciclos que esclavizan nuestra conciencia y empañan nuestra libertad de elección. Existe la necesidad imperativa de continuar en el camino de la libertad; y ensayarlo año tras año nos da la oportunidad de salir de aquellas trabas personales.

¡Date prisa!

El punto referido en el versículo de arriba, que dice que la masa no había leudado cuando los Israelitas salieron de Egipto, y que no habían tenido tiempo ni para prepararse comida, es muy importante. El tema de la matzá es un tema central de esta fiesta (la Fiesta de Matzot), y la matzá indica el elemento del “apuro” con el que salieron de Egipto.

Transponiéndolo al simbolismo que podemos aplicar en un nivel personal, ¿qué significa salir aprisa de Egipto?

Si dijimos que Egipto representa aquello que nos esclaviza, y el Éxodo tiene que ver justamente con “dejar” atrás esa esclavitud, “salir aprisa” tiene que ver con no pensarlo demasiado. Permíteme ampliar un poco; cuando meditamos en dejar algo, tal como un mal hábito, del cual nos sentimos esclavos, generalmente pensamos mucho sobre eso; tenemos dudas y planeamos escenarios en nuestra mente acerca de cómo sería la vida sin esto o aquello a lo que estamos apegamos… pero la salida de Egipto sucedió de prisa. Es decir, no hubo mucho tiempo para planear el menú, ni cuántos días de viaje serían, etc.

De la misma manera debe ser nuestra“salida de Egipto”: Dejando atrás todo lo que nos mantiene esclavos; debe suceder sin dudas ni cuestionamientos internos, estando preparados para emprender ese viaje hacia el desierto desconocido, sabiendo que el Todopoderoso nos estará guiando de día y de noche, para traernos al lugar que Él nos prometió.

¡Feliz Pésaj para todos!

Yeshúa - con Primeros frutos

Yeshúa presenta los Primeros Frutos

Cortesía del Club de Patrocinadores

Cuando Yeshúa murió, las tumbas fueron abiertas (marcadas); mas los cuerpos de los santos que estaban allí no salieron inmediatamente…

Tradicionalmente ponemos mucha atención a la celebración de Pesaj – Pascua; y nos emociona hacer memoria de la salida de nuestros padres de Egipto, lo cual es muy bueno, porque así obedecemos unos de los mandamientos de Yehováh. Sin embargo prestamos poca atención a la Celebración de Bikkurim – Primeros Frutos, la cual nos muestra la resurrección de los primeros santos que fueron presentados por Yeshúa ante Yehováh en el día correspondiente.

Leamos con atención Mateo 27:50-53:

Entonces Yeshúa (Jesús), clamando otra vez a gran voz, entregó el espíritu. Y he aquí el velo del Santuario fue rasgado en dos, de arriba abajo, y la tierra fue sacudida, y las rocas fueron partidas, y los sepulcros fueron abiertos, y muchos cuerpos de los santos que habían dormido fueron resucitados, y saliendo de los sepulcros después de la resurrección de Él, entraron en la santa ciudad y se aparecieron a muchos.

Si realmente consideramos que nada en las Escrituras se añade por capricho, aquí tenemos un problema para resolver; porque nadie se ha detenido a explicar la razón o el significado de los detalles descritos aquí, los cuales son pasados por alto.

Observa con atención que cuando Yeshúa murió, las tumbas fueron abiertas (marcadas); mas los cuerpos de los santos que estaban allí no salieron inmediatamente, sino hasta después la resurrección de Yeshúa, suceso que tuvo lugar el Shabbat (Sábado) de la aquella semana, dando cumplimiento a la profecía anunciada por él mismo como la única señal que le sería dada a aquella generación de dirigentes incrédulos:

Una generación malvada y adúltera está buscando una señal milagrosa, pero no le será dada otra señal que la señal del profeta Jonás; porque exactamente como Jonás estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.
Mateo 12:39-40

De manera que exactamente tres días y tres noches después de entregar su vida el miércoles hacia la misma hora, Yeshúa resucitó y enseguida, después de él, resucitaron aquellos santos cuyos sepulcros habían sido abiertos en el momento de su muerte, y fue entonces cuando tales santos resucitados…

“entraron en la santa ciudad y aparecieron a muchos.” Mateo 27:53

Al siguiente día, primer día de la semana (domingo): …estando aún oscuro, Miriam de Magdala, llega temprano al sepulcro y ve removida la piedra de la entrada al sepulcro. Yohanán (Juan) 20:1 Momentos más tarde, Yeshúa se aparece a Miriam y luego de un corto diálogo, le dice:

No me retengas, porque aún no he subido al Padre; pero ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Juan 20:17

En esos momentos, Yeshúa estaba a tiempo para partir a presentar ante el Padre la ofrenda de Primeros Frutos – Bikurim: Los primeros resucitados que habían sido levantados la tarde del Sábado luego de haber resucitado Él. Así, mientras el sumo sacerdote presentaba la gavilla cortada la noche anterior y la minjá u ofrenda de alimento que habían preparado durante la noche (Levítico 23:10-11), Yeshúa presentaba ante Yehováh los Primeros Frutos resucitados.

Hay quienes afirman que Yeshúa, él solo, es las primicias; pero si así fuera, entonces tendríamos otro problema, porque la Toráh da una instrucción muy clara en: Éxodo 23:15

No os presentéis ante mí vacíos (con las manos vacías).

Entonces, puesto que Yeshúa tenía que cumplir la Toráh perfectamente, ¡no podía presentarse esa mañana ante el Padre con las manos vacías! Tenía que llevar algo para presentar ante su Padre, porque precisamente ese era el día de Bikkurim – el Día de las Primicias. ¿Acaso podía Yeshúa entrar al Santuario Celestial diciendo: “Aquí estoy yo; yo soy las primicias?” No tiene sentido; Yeshúa debía llevar algo consigo como ofrenda de Primicias al padre; y esta es la única explicación posible para la resurrección de aquellos santos a los que se refiere Mateo 27:50-53: Ellos fueron los Primeros Frutos que Yeshúa presentó como su ofrenda de Bikkurim ante Yehováh nuestro Padre.

Quizás nos estemos preguntando: ¿Quienes fueron aquellos que resucitaron? Lamentablemente el relato no nos dice nada al respecto; pero tenemos registrado en el Tanaj – Antiguo Testamento, que muchos profetas y reyes justos fueron sepultados en Jerusalén y sus alrededores; por lo cual podemos inferir que algunos de ellos, a quienes Yehováh seleccionó, fueron resucitados y desde entonces están en los cielos con Yeshúa y con Yehováh. ¿Serán ellos los 24 ancianos a los que hace referencia el libro del Apocalipsis? Es probable; porque lo cierto es que el resto de quienes han dormido, están esperando el día del retorno del Mesías para ser resucitados.

Gocémonos pues, porque cuando hay primicias, significa que luego hay una cosecha; y de la manera que aquellos santos fueron resucitados, nosotros también lo seremos, si es que antes no viene el Mesías.