Por: Tzvi ben Daniel –
El Shabat es el primero de los tiempos señalados que se menciona en Levítico 23, antes que cualquier otra Fiesta. Su importancia es primordial ya que sucede más que cualquier otro tiempo señalado: una vez cada siete días, más de cincuenta veces al año.
Como sabemos, el Shabat no fue dado en el Monte Sinaí, sino que viene desde la creación misma. Yehováh lo estableció como un patrón a seguir y lo ejemplificó en el séptimo día cuando terminó su obra.
Gen 2:2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
Presta atención a las siguientes conexiones en el hebreo:
- Para comenzar, la palabra Shabat está relacionada con la palabra “séptimo” (shvi’í).
- La palabra “reposar” (va’ishbot) es una conjugación de la palabra Shabat. Es por eso que llamamos al Shabat el día de reposo.
- Por último, y más importante, la palabra Shabat, viene de la raíz hebrea shav que significa retornar.
Con este entendimiento, podemos concluir que el Shabat es una contraparte de los días de la creación; en el proceso creativo, Yehováh se expresa y produce una fuerza activa de expansión. Y en el Shabat, Él pausa, y todo retorna a Él.
Es por eso que el reinado milenial del Mesías es entendido como un tiempo de restauración, un Shabat para el mundo. Un período en el que todo retornará a Él.