Muchos malentendidos se han generado e información errónea se ha difundido acerca del significado y origen del nombre de nuestro Mesías.
Sabemos que el nombre Jesús en español, proviene del latín y del griego, en los cuales su nombre se pronunciaba como Iesus. El sonido de la letra “J”, de hecho, no existió en español sino hasta comienzos del siglo XVII. Sin embargo, es importante aclarar que no hay ningún origen pagano en la versión griega del nombre, y la razón por la que suena de esa manera es simplemente debido a la gramática griega. El sonido de la “Shin” hebrea (ש) no existe en el griego por lo cual la “sh” de Yeshúa pasó a una simple “s”, y la “s” final fue agregada en el griego para marcar el género masculino del nombre.
Este, tal como todos los nombres hebreos, tiene un origen y un significado. Es importante conocer la lengua de origen de cada nombre ya que cada uno de ellos tiene un significado específico en el idioma en el cual se originó. En el caso del nombre del Mesías, el hebreo es la lengua de su origen, por lo cual le invito a que estudie conmigo la historia de este nombre desde su primera aparición en las escrituras.
Hoshea (הושע), mejor conocido como Oseas hijo de Nun, fue el israelita de la tribu de Efraín elegido para ir a espiar la tierra junto con otros once espías, según Números capítulo 13. Su nombre, proveniente de la raíz ישע, que significa salvación. En el mismo capítulo, y antes de salir en su arriesgada misión, Moshé cambia el nombre de Hoshea (Oseas) a Yehoshúa (Josué). Si bien el cambio parece significativo en el español, en el hebreo todo lo que Moshé hizo fue agregarle una letra, la Yud, la más pequeña de todas las letras hebreas, a su nombre; de הושע a יהושע. A pesar de ser la letra hebrea más pequeña, al agregarla al nombre de Hoshea, cambió su significado.
Y así, de significar simplemente “salvación” pasó a significar “la salvación de Yehováh” o “Yehováh salva”. Moshé sabía, proféticamente, que Hoshea necesitaría de Yehováh para emprender esta peligrosa misión; y posteriormente, para conquistar la Tierra de Israel junto con el resto del pueblo.
Luego del exilio en Babilonia, el nombre Yehoshúa (יהושע) fue acortado a Yeshúa (ישוע), teniendo el mismo significado, pero perdiendo la letra Hey y cambiando levemente su vocalización. Esto no ocurrió solamente con este nombre: Yehonatán fue acortado a Yonatán y Yehojanán a Yojanán, por nombrar solo algunos. En todos estos casos, la letra Hey (ה) es la que desaparece del nombre.
El nombre Yeshúa aparece (entre otros lugares) en: Ezr 2:2, 2:6, 2:36, 5:2, Neh 3:19, 7:11, 12:8. Interesantemente, el nombre Yeshúa aparece transliterado al español como “Jesúa”, no Jesús ni Josué. En el griego, aparece igual: Iesus.
En el período del segundo Templo Yeshúa era la forma de este nombre que seguía en uso, y este fue el nombre que el angel Gavriel le reveló a Miriam cuando le dijo que llamara a su hijo Yeshúa, porqué él yoshía (salvará) a su pueblo de sus pecados. Este juego de palabras tiene sentido sólo en la lengua hebrea, y es una de las pruebas que confirman que el evangelio de Mateo fue escrito originalmente en esa lengua.