Jesús, el Judío
Conozca la historia verdadera de “Jesús el judío”, su vida, su forma de pensamiento, la cultura hebrea en la que creció y su entorno. Michael Rood nos lleva en un viaje a través de los Evangelios Cronológicos, mostrándonos el desenlace del Ministerio de 70 semanas del Mesías, brindándonos aportes que incluso académicos bíblicos han pasado por alto… ¡No se pierda esta nueva serie que desafiará sus paradigmas y será sin duda Un Rudo Despertar!
La voz del que clama en el desierto
Conozca los detalles detrás de cámaras de aquel hombre que vino primero para “preparar el camino y enderezar sus sendas” para el que se iba a convertir en !El Salvador del Mundo!
Así conviene que cumplamos toda justicia
Lo que empezó con agua… ¡terminó con fuego! El impresionante espectáculo de la t’vilá (bautismo) de Yeshúa en el Jordán establece el inicio de las 70 semanas que el mundo jamás olvidaría, culminando con una t’vilá de fuego… la promesa del Espíritu Santo en Shavuot.
Si eres el hijo de Dios
Cuando el adversario desafió a Yeshua en el desierto, Yeshua le contestó con la Torá; de hecho él es el profeta del cual la Torá da testimonio: “Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos… y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que Yo le mandare…” Deut 18:18.
Los Samaritanos, una sombra del tiempo de los Gentiles
Los samaritanos del tiempo de Yeshúa decían que servían a Yehová, sin embargo, crearon su propio sistema religioso mezclado con la Torá. Sus acciones se convirtieron en una profecía que se iba a revelar en los próximos dos mil años a medida que los ojos de los gentiles se abrirían para ver la verdad… pero no bajo sus condiciones.
¿Quieres ser sano?
¡Levántate, toma tu lecho y anda!
Se trataba de la Fiesta de Shavuot, y miles de personas se reunían en el estanque de Betesda esperando “el movimiento del agua”. Una leyenda decía que “un ángel descendía y agitaba el agua y el primero que descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese” . Juan 5:4.