Y Tú… ¿Ya fuiste asimilado?

Por Miguel Angel Forero R.  -

¿Conoces el término?  Asimilación, tiene un significado básico de “hacerse igual” a algo ó a alguien.  Por ejemplo, decimos: “Esta música se asimila a aquella” ó “tal persona se comporta de manera similar a…  alguien conocido”.  Ahora bien, de éste término, se desprende: ASIMILACION CULTURAL, con lo cual estamos hablando de adoptar un estilo, una forma de vida; una manera de ser, una prioridad, una cultura, unos valores, etc. incorporándolos a nuestra vida de manera que lleguen a ser parte de uno.  Sucede cuando, al salir de nuestra patria, adoptamos, ya por fuerza, ya por conveniencia, las costumbres y formas de vida del nuevo país.  Afirmamos que si hemos de prosperar en el nuevo lugar, hemos de “integrarnos a la cultura” pues de otra manera siempre seremos vistos y tratados como extranjeros.

YOSEF EN MITSRÁYIM

Yosef no fue el primero en enfrentarse al problema de la asimilación venciéndolo con éxito. Avraham, Yitsjaq y su padre Yisrael, habían sido capaces de mantener su identidad y su lealtad a Yehováh, a pesar de estar rodeados de gente pagana. ¡Ahora Yosef estaba solo! Por supuesto que Yehováh estaba con él; pero no había nadie más de su familia; sin embargo mantuvo sus valores y su confianza en ‘El Elohim de sus padres, lo cual se hace evidente cuando les dice a sus hermanos durante su primer encuentro después de 17 años:

Yo temo a Elohim (Dios) Genesis 42:18

Y que Yosef había influido en sus siervos en cuanto a su fe, se hace evidente, cuando en el segundo viaje, al retornar el dinero, el siervo de Yosef que recibe a sus hermanos, les dice:

Paz a vosotros, no temáis.  Vuestro ‘Elohim, el ‘Elohim de vuestro padre os dio un tesoro escondido en vuestros costales; vuestra plata llegó a mi. Génesis 43:23.

Así a pesar de que Yosef lucía externamente como un egipcio, hablaba la lengua egipcia y tenía un nombre egipcio: Tsafnat Panéaj, nunca dejó de ser Yosef, el hijo de Yaaqov. Pensemos: una vez establecido en Mitsráyim (Egipto), Yosef podría haberse olvidado de su familia y de sus creencias; después de todo, le habían rechazado fríamente vendiéndolo como si no fuera de la familia; sin embargo, mantuvo su identidad.  Esta convicción, es lo que dirige las acciones de Yosef aún respecto de su familia.

Y TU… ¿YA FUISTE ASIMILADO?

No eres del mundo; porque fuiste sacado de Mitsráyim (Egipto) cuando aceptaste someterte al Mesías.  Pero…  si vistes como del mundo, hablas como del mundo, comes lo que el mundo come, tus metas son las que establece el mundo (dinero, buen nombre y poder), si la manera en que haces tus negocios es la misma del mundo que te rodea y además celebras las fiestas del mundo y sus tradiciones entonces, la respuesta es un lamentable SI. ¡HAS SIDO ASIMILADO!

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