Audio blog
Esta vida no es para buscar nuestros propios objetivos y satisfacciones; es para llevar a cabo el Plan Eterno diseñado por Yehováh.
Todo ser humano consciente de un destino eterno, se ha hecho esta pregunta por lo menos una vez durante su existencia. Y la respuesta o la búsqueda de ella determina el sentido de nuestro diario vivir.
Cuando escuchamos o leemos la vida de Moshé por primera vez, no esperamos que el desarrollo de los eventos más importantes comenzara a la edad de ochenta años. Ahora, si tratamos de entrar en la mente de este hombre durante sus primeros cuarenta años de vida, quizás le hallaríamos preguntándose la por qué su vida era tan diferente a la de sus hermanos que estaban en esclavitud. Esta, fue para él una época de abundancia, comodidad, placeres, logros, reconocimiento y en general de todo lo que una persona desearía alcanzar en la vida.
Pero cuando quiso dejar de ser espectador y se convirtió en protagonista defendiendo a un esclavo y dando muerte al agresor, su vida se tornó una pesadilla. Se convirtió en prófugo, lo abandonó todo y habitando en una tierra extraña, se dedicó a cuidar los rebaños de su suegro, pues tal parece que hastiado de la riqueza y el poder, ni tuvo la motivación para tenerlos propios.
Así pasó los siguientes 40 años, y es probable que diera por concluida su misión en la vida. Mas Yehováh tenía otros planes: Lo llamó y lo comisionó para liberar a Yisrael de la esclavitud y así llegó a ser una persona cuya influencia permanece en todo el mundo hasta nuestros días.
Cuatro claves que te ayudarán a descubrir por qué estás aquí
- Primero que todo, ten presente que Yehováh nunca hará lo que tú puedas hacer; pero estará allí para ayudarte a lograr las cosas que están más allá de tus límites cuando hayas agotado todos tus recursos. En otras palabras, todo lo que esté a tu alcance para hacer buscando la solución de una situación y que sea legal e íntegro, debes hacerlo porque de allí en adelante es Yehováh quien puede intervenir.
- En segundo lugar, lo que sea que tengas a la mano para hacer, cualquier trabajo, tarea o aún cualquier actividad recreativa, hazla todo con la mejor actitud y poniendo lo mejor de ti. Es la manera de crecer, de descubrir el verdadero significado de las cosas. Cuando te mueves perezosamente, con fastidio y con actitudes negativas, estas eliminando la posibilidad de descubrir nuevos horizontes. Muy probablemente, cuando a Moshé “le tocó” aprender a pastorear las ovejas de su suegro, lo hizo con la mejor actitud, porque es evidente que esa labor le permitió desarrollar áreas de su vida que luego le fueron útiles en el “pastoreo” de la nación que tuvo a su cargo.
- En tercer lugar necesitas cincelar en tu mente y corazón el concepto de la total Soberanía de Yehováh. “¿Acaso no se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Y en cuanto a vosotros, aun los cabellos de la cabeza, todos están contados” Mateo 10:29-30. Así lo expresó Yeshúa y eso fue lo que le sostuvo durante su paso por la tierra, permitiéndole cumplir su misión. Cuando aceptas esta Verdad y confías plenamente en ella, entonces tu corazón halla el reposo, y la paz encuentra un nido en tu alma; después de todo, puedes estar seguro de que “Quien está contigo, es más grande que el que está en el mundo” y “Si Yehováh está contigo… ¿quién contra ti?”
- En cuarto lugar, vive solamente un día a la vez, dejando el futuro en Sus manos porque “Él tiene cuidado de nosotros”. Las enseñanzas de Yeshúa fueron repetitivas respecto a esto: “…no os preocupéis por el día de mañana, bástele a cada día su propio mal” y “…danos hoy nuestro pan de cada día…” son palabras que nos instan a una total dependencia en el día a día de nuestro Creador. El sistema en que vivimos, busca manipular nuestros temores vendiéndonos inseguridad a cada paso; por eso los seguros de vida, de salud, de ahorro para la vejez, de sepelio, etc. Pero no podemos prever todas las eventualidades futuras que solo están en la manos de nuestro Padre. Por eso, entender el concepto de Su Soberanía, es vital para descubrir la respuesta planteada al inicio: ¿Qué estoy haciendo aquí? Reconocer que Yehováh tiene el control absoluto te permitirá desarrollar tu dependencia de Él y así serás conducido por su Providencia de manera aún imperceptible para que cumplas el plan que Él necesita que lleves a cabo y que es la razón por la cual te dio la existencia y te ha cuidado hasta ahora.
En conclusión
Esta vida no es para buscar nuestros propios objetivos y satisfacciones; es para llevar a cabo el Plan Eterno diseñado por Yehováh, en Él cual ha querido darnos participación, combinando maravillosamente nuestros intereses, talentos y circunstancias con su propósito eterno: Restaurar el orden en todo el Universo, sometiendo todas las cosas bajo sus pies: