El nombre Israel aparece por primera vez en esta sección de la Torá. Jacob es nombrado así por el misterioso ser con el que luchó hasta el alba en camino de regreso a la tierra de Canaán.
Lo que Jacob no sabía en ese momento, es que ese nombre, a través de su descendencia, se convertiría en el emblema de una gran nación que perduraría a través de los siglos y milenios.
El nombre de Israel fue utilizado desde los tiempos más remotos en los que las tribus se asentaron en la Tierra bajo el liderazgo de Josué, hasta los tiempos actuales en los que un movimiento completamente secular como el Sionismo, eligió para la Tierra ancestral el mismo nombre que Jacob recibió en aquella noche distante.
Desde el primer hombre que fue llamado Israel, constituyéndose como nación y eventualmente asentándose en una tierra, pasando por las declaraciones proféticas y las promesas de bendiciones por venir, hasta nuestros tiempos en que un Estado moderno existe en el mundo, con millones de personas que se identifican con él, el nombre de Israel permanecerá a través de las eras, como testimonio del Dios de Jacob.