En los 7 días de la Creación existe una progresión desde la nada, antes de Génesis 1:1, hasta que toda la Creación fue completada, después de 6 días. El hombre fue el pináculo de la Creación, la corona. Es por eso que fue creado al final, cuando todo el resto ya se encontraba creado para su disposición.
Eventualmente, la humanidad cayó, no sólo Adam, sino cada generación subsecuente, hasta que la corrupción llenó el mundo y la humanidad fue eliminada en el Diluvio (con excepción de Noé y su familia).
Abraham fue escogido por el Creador para comenzar un camino espiritual que llegaría a su máxima expresión con la revelación en el Sinaí a todo el pueblo de Israel.
Esta revelación incluyó instrucciones detalladas para construir el Tabernáculo. Este sistema de conexión entre el hombre y el Todopoderoso es el camino de regreso al Edén. Es decir, a la unión que el hombre una vez tuvo, con el Creador.
Es por eso que encontraremos fascinantes conexiones dentro del mismo Tabernáculo, que nos remiten a la Creación Divina.