El Pacto -Boda- de Yehováh con Israel

Éxodo 21:1 –  24:18

Parashá Mishpatim

El capitulo 24 describe el pacto de Yehováh con Israel, similar a una boda

Resumen de la Porción

Las leyes presentadas incluyen normas sobre la libertad de los siervos hebreos tras seis años de servicio, penas por homicidio, maltrato a padres, y robo. Regulan daños a personas, animales y propiedades, exigiendo compensación. Prohíben la opresión a extranjeros, viudas y huérfanos, y condenan la hechicería y sacrificios a otros dioses. Se establecen fiestas religiosas y el Shabbat. El pacto es sellado mediante sacrificios, y Moisés efectúa los rituales correspondientes, que son muy similares a los que se realizan en una boda.

El Texto de la Biblia RVAH

Encuentra aquí las lecturas completas de la Torá, la Haftará (Profetas) y los Evangelios correspondientes a esta parashá, en la versión Reina-Valera-Hebraica, actualizada con los nombres de Yehováh y Yeshúa.

21 1Estas son las leyes que les propondrás. 2Si comprares siervo hebreo, seis años servirá; mas al séptimo saldrá libre, de balde. 3Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, saldrá él y su mujer con él. 4Si su amo le hubiere dado mujer, y ella le diere hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo. 5Y si el siervo dijere: Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no saldré libre; 6entonces su amo lo llevará ante los jueces, y le hará estar junto a la puerta o al poste; y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre. 7Y cuando alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá ella como suelen salir los siervos. 8Si no agradare a su señor, por lo cual no la tomó por esposa, se le permitirá que se rescate, y no la podrá vender a pueblo extraño cuando la desechare. 9Mas si la hubiere desposado con su hijo, hará con ella según la costumbre de las hijas. 10Si tomare para él otra mujer, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el deber conyugal. 11Y si ninguna de estas tres cosas hiciere, ella saldrá de gracia, sin dinero. 12El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él morirá. 13Mas el que no pretendía herirlo, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré lugar al cual ha de huir. 14Pero si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo y lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera. 15El que hiriere a su padre o a su madre, morirá. 16Asimismo el que robare una persona y la vendiere, o si fuere hallada en sus manos, morirá. 17Igualmente el que maldijere a su padre o a su madre, morirá. 18Además, si algunos riñeren, y uno hiriere a su prójimo con piedra o con el puño, y éste no muriere, pero cayere en cama; 19si se levantare y anduviere fuera sobre su báculo, entonces será absuelto el que lo hirió; solamente le satisfará por lo que estuvo sin trabajar, y hará que le curen. 20Y si alguno hiriere a su siervo o a su sierva con palo, y muriere bajo su mano, será castigado; 21mas si sobreviviere por un día o dos, no será castigado, porque es de su propiedad. 22Si algunos riñeren, e hirieren a mujer embarazada, y ésta abortare, pero sin haber muerte, serán penados conforme a lo que les impusiere el marido de la mujer y juzgaren los jueces. 23Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, 24ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe. 26Si alguno hiriere el ojo de su siervo, o el ojo de su sierva, y lo dañare, le dará libertad por razón de su ojo. 27Y si hiciere saltar un diente de su siervo, o un diente de su sierva, por su diente le dejará ir libre. 28Si un buey acorneare a hombre o a mujer, y a causa de ello muriere, el buey será apedreado, y no será comida su carne; mas el dueño del buey será absuelto. 29Pero si el buey fuere acorneador desde tiempo atrás, y a su dueño se le hubiere notificado, y no lo hubiere guardado, y matare a hombre o mujer, el buey será apedreado, y también morirá su dueño. 30Si le fuere impuesto precio de rescate, entonces dará por el rescate de su persona cuanto le fuere impuesto. 31Haya acorneado a hijo, o haya acorneado a hija, conforme a este juicio se hará con él. 32Si el buey acorneare a un siervo o a una sierva, pagará su dueño treinta siclos de plata, y el buey será apedreado. 33Y si alguno abriere un pozo, o cavare cisterna, y no la cubriere, y cayere allí buey o asno, 34el dueño de la cisterna pagará el daño, resarciendo a su dueño, y lo que fue muerto será suyo. 35Y si el buey de alguno hiriere al buey de su prójimo de modo que muriere, entonces venderán el buey vivo y partirán el dinero de él, y también partirán el buey muerto. 36Mas si era notorio que el buey era acorneador desde tiempo atrás, y su dueño no lo hubiere guardado, pagará buey por buey, y el buey muerto será suyo. 22 1Cuando alguno hurtare buey u oveja, y lo degollare o vendiere, por aquel buey pagará cinco bueyes, y por aquella oveja cuatro ovejas. 2Si el ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que lo hirió no será culpado de su muerte. 3Pero si fuere de día, el autor de la muerte será reo de homicidio. El ladrón hará completa restitución; si no tuviere con qué, será vendido por su hurto. 4Si fuere hallado con el hurto en la mano, vivo, sea buey o asno u oveja, pagará el doble. 5Si alguno hiciere pastar en campo o viña, y metiere su bestia en campo de otro, de lo mejor de su campo y de lo mejor de su viña pagará. 6Cuando se prendiere fuego, y al quemar espinos quemare mieses amontonadas o en pie, o campo, el que encendió el fuego pagará lo quemado. 7Cuando alguno diere a su prójimo plata o alhajas a guardar, y fuere hurtado de la casa de aquel hombre, si el ladrón fuere hallado, pagará el doble. 8Si el ladrón no fuere hallado, entonces el dueño de la casa será presentado a los jueces, para que se vea si ha metido su mano en los bienes de su prójimo. 9En toda clase de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda cosa perdida, cuando alguno dijere: Esto es mío, la causa de ambos vendrá delante de los jueces; y el que los jueces condenaren, pagará el doble a su prójimo. 10Si alguno hubiere dado a su prójimo asno, o buey, u oveja, o cualquier otro animal a guardar, y éste muriere o fuere estropeado, o fuere llevado sin verlo nadie; 11juramento de Yehováh habrá entre ambos, de que no metió su mano a los bienes de su prójimo; y su dueño lo aceptará, y el otro no pagará. 12Mas si le hubiere sido hurtado, resarcirá a su dueño. 13Y si le hubiere sido arrebatado por fiera, le traerá testimonio, y no pagará lo arrebatado. 14Pero si alguno hubiere tomado prestada bestia de su prójimo, y fuere estropeada o muerta, estando ausente su dueño, deberá pagarla. 15Si el dueño estaba presente no la pagará. Si era alquilada, reciba el dueño el alquiler. 16Si alguno engañare a una doncella que no fuere desposada, y durmiere con ella, deberá dotarla y tomarla por mujer. 17Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata conforme a la dote de las vírgenes. 18A la hechicera no dejarás que viva. 19Cualquiera que cohabitare con bestia, morirá. 20El que ofreciere sacrificio a dioses excepto solamente a Yehováh, será muerto. 21Y al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. 22A ninguna viuda ni huérfano afligiréis. 23Porque si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor; 24y mi furor se encenderá, y os mataré a espada, y vuestras mujeres serán viudas, y huérfanos vuestros hijos. 25Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura. 26Si tomares en prenda el vestido de tu prójimo, a la puesta del sol se lo devolverás. 27Porque sólo eso es su cubierta, es su vestido para cubrir su cuerpo. ¿En qué dormirá? Y cuando él clamare a mí, yo le oiré, porque soy misericordioso. 28No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo. 29No demorarás la primicia de tu cosecha ni de tu lagar. Me darás el primogénito de tus hijos.30Lo mismo harás con el de tu buey y de tu oveja; siete días estará con su madre, y al octavo día me lo darás. 31Y me seréis varones santos. No comeréis carne destrozada por las fieras en el campo; a los perros la echaréis. 23 1No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso. 2No seguirás a los muchos para hacer mal, ni responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios; 3ni al pobre distinguirás en su causa. 4Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo. 5Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda? Antes bien le ayudarás a levantarlo. 6No pervertirás el derecho de tu mendigo en su pleito. 7De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío. 8No recibirás presente; porque el presente ciega a los que ven, y pervierte las palabras de los justos. 9Y no angustiarás al extranjero; porque vosotros sabéis cómo es el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. 10Seis años sembrarás tu tierra, y recogerás su cosecha; 11mas el séptimo año la dejarás libre, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás con tu viña y con tu olivar. 12Seis días trabajarás, y al séptimo día reposarás, para que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero. 13Y todo lo que os he dicho, guardadlo. Y nombre de otros dioses no mentaréis, ni se oirá de vuestra boca. 14Tres veces en el año me celebraréis fiesta. 15La fiesta de los panes sin levadura guardarás. Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib, porque en él saliste de Egipto; y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías. 16También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores, que hubieres sembrado en el campo, y la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido los frutos de tus labores del campo. 17Tres veces en el año se presentará todo varón delante de Jehová el Señor. 18No ofrecerás con pan leudo la sangre de mi sacrificio, ni la grosura de mi víctima quedará de la noche hasta la mañana. 19Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios. No guisarás el cabrito en la leche de su madre. 20He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. 21Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él. 22Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren. 23Porque mi Angel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir. 24No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrarás totalmente sus estatuas. 25Mas a Yehováh vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti. 26No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el número de tus días. 27Yo enviaré mi terror delante de ti, y consternaré a todo pueblo donde entres, y te daré la cerviz de todos tus enemigos. 28Enviaré delante de ti la avispa, que eche fuera al heveo, al cananeo y al heteo, de delante de ti. 29No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las fieras del campo. 30Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes posesión de la tierra. 31Y fijaré tus límites desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Eufrates; porque pondré en tus manos a los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti. 32No harás alianza con ellos, ni con sus dioses. 33En tu tierra no habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses, porque te será tropiezo. 24 1Dijo Yehováh a Moshe: Sube ante Yehováh, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos. 2Pero Moshe solo se acercará a Yehováh; y ellos no se acerquen, ni suba el pueblo con él. 3Y Moshe vino y contó al pueblo todas las palabras de Yehováh, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que Yehováh ha dicho. 4Y Moshé escribió todas las palabras de Yehováh, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel. 5Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Yehováh. 6Y Moshe tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar. 7Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Yehováh ha dicho, y obedeceremos. 8Entonces Moshe tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Yehováh ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas. 9Y subieron Moshe y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; 10y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno. 11Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron. 12Entonces Yehováh dijo a Moshe: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles. 13Y se levantó Moshe con Y'hoshua su servidor, y Moshe subió al monte de Dios. 14Y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros; y he aquí Aarón y Hur están con vosotros; el que tuviere asuntos, acuda a ellos. 15Entonces Moshe subió al monte, y una nube cubrió el monte. 16Y la gloria de Yehováh reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día llamó a Moshe de en medio de la nube. 17Y la apariencia de la gloria de Yehováh era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel. 18Y entró Moshe en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moshe en el monte cuarenta días y cuarenta noches.

8Palabra de Yehováh que vino a Yirmeyahu (Jeremías), después que Tzidkiyahu (Sedequías) hizo pacto con todo el pueblo en Yerushalayim (Jerusalén) para promulgarles libertad; 9que cada uno dejase libre a su siervo y a su sierva, hebreo y hebrea; que ninguno usase a los judíos, sus hermanos, como siervos. 10Y cuando oyeron todos los príncipes, y todo el pueblo que había convenido en el pacto de dejar libre cada uno a su siervo y cada uno a su sierva, que ninguno los usase más como siervos, obedecieron, y los dejaron. 11Pero después se arrepintieron, e hicieron volver a los siervos y a las siervas que habían dejado libres, y los sujetaron como siervos y siervas. 12Vino, pues, palabra de Yehováh a Yirmeyahu, diciendo: 13Así dice Yehováh Elohim de Israel: Yo hice pacto con vuestros padres el día que los saqué de tierra de Mitsrayim (Egipto), de casa de servidumbre, diciendo: 14Al cabo de siete años dejará cada uno a su hermano hebreo que le fuere vendido; le servirá seis años, y lo enviará libre; pero vuestros padres no me oyeron, ni inclinaron su oído. 15Y vosotros os habíais hoy convertido, y hecho lo recto delante de mis ojos, anunciando cada uno libertad a su prójimo; y habíais hecho pacto en mi presencia, en la casa en la cual es invocado mi Nombre. 16Pero os habéis vuelto y profanado mi Nombre, y habéis vuelto a tomar cada uno a su siervo y cada uno a su sierva, que habíais dejado libres a su voluntad; y los habéis sujetado para que os sean siervos y siervas. 17Por tanto, así ha dicho Yehováh: Vosotros no me habéis oído para promulgar cada uno libertad a su hermano, y cada uno a su compañero; he aquí que yo promulgo libertad, dice Yehováh, a la espada y a la pestilencia y al hambre; y os pondré por afrenta ante todos los reinos de la tierra. 18Y entregaré a los hombres que traspasaron mi pacto, que no han llevado a efecto las palabras del pacto que celebraron en mi presencia, dividiendo en dos partes el becerro y pasando por medio de ellas; 19a los príncipes de Y'hudah y a los príncipes de Yerushalayim, a los oficiales y a los sacerdotes y a todo el pueblo de la tierra, que pasaron entre las partes del becerro, 20los entregaré en mano de sus enemigos y en mano de los que buscan su vida; y sus cuerpos muertos serán comida de las aves del cielo, y de las bestias de la tierra. 21Y a Tzidkiyahu rey de Y'hudah y a sus príncipes los entregaré en mano de sus enemigos, y en mano de los que buscan su vida, y en mano del ejército del rey de Babilonia, que se ha ido de vosotros. 22He aquí, mandaré yo, dice Yehováh, y los haré volver a esta ciudad, y pelearán contra ella y la tomarán, y la quemarán con fuego; y reduciré a soledad las ciudades de Y'hudah, hasta no quedar morador.

20Cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce. 21Y mientras comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. 22Y entristecidos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor? 23Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me va a entregar. 24A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido. 25Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho. 26Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. 29Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. 30Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos.

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