El Éxodo es un evento en la historia del mundo, que demuestra el manejo de Yehováh sobre las naciones. Es una gran lección de cómo nuestro Padre, no solo es el Creador, sino el Gobernador del Universo día a día, aún en las cosas que pudiéramos considerar como irrelevantes para Él. Este suceso nos muestra que Yehováh puede intervenir en los reinos más poderosos poniendo en evidencia que Él Era, Es y Será.
El Mandamiento de Yehováh no da lugar a dudas. Pesaj (Pascua), es una celebración que debemos realizar, si es que nos consideramos parte de Su pueblo.
Al igual que la observancia del Shabbat, es una señal de que somos Sus hijos, la conmemoración de Pesaj es otra credencial que nos identifica como rescatados por Él. Yehováh Elohim nos da instrucciones claras al respecto y aunque nos hallemos en la diáspora, es decir fuera de la tierra de Israel, necesitamos hacer nuestro mejor esfuerzo para obedecer o al menos mostrar que deseamos hacerlo.
De hecho nadie puede celebrar Pesaj en el presente debido a inexistencia de la Casa de Yehováh (Templo); pero lo que sí podemos hacer, es hacer memoria de tal celebración, ya que es una forma didáctica de enseñar a las nuevas generaciones, los grandes hechos de nuestro Creador y Padre Yehováh.