Las tradiciones de la adoración pagana al dios sol, que fueron establecidas en Babilonia mucho antes del incidente de la Torre de Babel, han sido propagadas a través del mundo mediante los vestigios del sistema religioso de Nimrod. Israel como nación, fue escogida por el Todopoderoso para ser su representante, un reino de sacerdotes para reconciliar al mundo y llevarlo de vuelta a la adoración del único Dios verdadero, pero Israel terminó inventando su propia religión con miles de mandatos agregados a los simples mandamientos del Todopoderoso, a pesar de sus instrucciones explícitas, que a nadie le es permitido agregar o sustraer ni un solo mandamiento de las palabras que fueron proclamadas desde el Monte Sinaí por el dador de la Ley (Toráh), el Dios de Israel.