El día quince de ese mes es la Fiesta solemne de los Panes sin Levadura para Yehováh. El primer día tendréis santa convocación y no haréis ningún trabajo de servidumbre. Durante siete días haréis acercar ante Yehováh ofrenda ígnea. El séptimo día habrá una santa convocación. No haréis ningún trabajo de servidumbre.
Levítico 23:1,2,5-8
De acuerdo al pasaje anterior, Yehováh nos ordena comer pan sin levadura (matzá) durante siete días, a partir de la celebración de la Pascua. El propósito no es simplemente hacer una dieta de harinas, cosa muy saludable por cierto, o evitar comer pan o harinas durante esa semana. No! La orden es que comamos panes sin levadura (matzot – plural de matzá). Su significado es mucho más profundo.
El pan sin levadura es llamado también: pan de aflicción (Deuteronomio 16:3) porque de hecho es un pan insípido que al carecer de levadura tiende a ser más duro que el normal. El propósito al tener que comerlo durante siete días, es que no olvidemos la condición dura e insípida de nuestras vidas cuando aún no habíamos conocido a Yeshúa.
¿Por qué panes sin levadura? La levadura no es estática. Tan pronto se adiciona a la harina, empieza su efecto fermentador. Este no sucede de forma repentina; pero cuando se lleva a cabo el proceso, es total e irreversible; es un proceso lento y progresivo que finalmente afecta la totalidad de la masa, inflándola y haciéndola aparecer de mayor tamaño.
Por esas cualidades, la levadura es una figura del pecado que mora en nosotros. Este tampoco es estático. Cuando lo toleramos en nuestra vida, comienza su efecto degradando (fermentando) nuestros valores, principios, metas, relaciones y demás. De la misma forma que la levadura infla la masa, el pecado inflama nuestros egos; nos da una apariencia que no corresponde con la realidad y lo peor de todo es que nosotros mismos somos engañados con esa mentira; de ahí la advertencia que nos hace Shaúl (Pablo):
Ordeno pues, por la gracia que me fue dada, a cada cual que está entre vosotros, que no piense más altamente de lo que debe pensar, sino que piense con sobriedad, según la medida de fe que Dios dio a cada uno. Romanos 12:3
Preparémonos para tener esta experiencia sin perder de vista su propósito; y no caigamos en la trampa de consumir pan sin levadura “mejorado” con cubiertas de chocolate u otras cosas, no porque este prohibido hacerlo, sino porque al hacerlo opacaríamos la razón de la celebración; recuerda que es pan de aflicción, para que no olvidemos cómo eran nuestras vidas.