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No esperemos un día específico para dar gracias, más bien seamos agradecidos con Él en todo momento.
El día de acción de gracias es una de las celebraciones más importantes para el pueblo norteamericano. Miles de personas viajan dentro de los Estados Unidos para reunirse con sus familias y poder así compartir en armonía un banquete cuyo menú generalmente incluye pavo, ensaladas, vino y todo tipo de postres. Durante esta celebración aprovechan para dar gracias por las bendiciones que han recibido durante el año. Es interesante, ya que incluso mucha gente no creyente celebra el día de acción de gracias.
Ahora, ¿cuánto más nosotros, como seguidores de Yeshúa, deberíamos tener un corazón agradecido por toda la misericordia que nuestro Padre celestial ha mostrado hacia nosotros?
Veamos unos cuantos ejemplos de personajes bíblicos que tuvieron una actitud de acción de gracias delante del Altísimo:
- Miriam, la hermana mayor de Moshéh y Aharón, dio gracias a Yehováh mientras tocaba el pandero y danzaba con gozo junto con otras mujeres cuando Él salvó al pueblo de los egipcios después de haber cruzado el Mar Rojo (Éxodo 15:20-21).
- Ana oró dando gracias a Yehováh porque Él la bendijo con un hijo (1 Samuel 2:1-10).
- David dio gracias a Yehováh después de haber ganado la batalla contra los filisteos (2 Samuel 22:1-51).
- Salomón agradeció a Yehováh por todo lo que hizo para proveerle a Israel en su oración de dedicación del templo (1 Reyes 8:14-21).
- Elisabeth, la madre de Yohanán el bautista agradeció a Yehováh por haber quitado su afrenta de entre el pueblo (Lucas 1:24-25).
- Miriam (María) dio gracias a Yehováh por haber sido escogida para dar a luz al Mesías (Lucas 1:46-55).
- Yeshúa dio gracias a Yehováh antes de alimentar a los cinco mil con los panes y los peces (Juan 6:11).
- Uno de un grupo de diez leprosos que fue sanado por Yeshúa, fue el único que se devolvió para agradecer la sanidad que había traído a su cuerpo. Curiosamente no era ni siquiera un judío, sino que era un samaritano el cual era considerado un extranjero a los ojos de los Israelitas (Lucas 17:11-19).
¡No esperemos un día específico para dar gracias, más bien seamos agradecidos con Él en todo momento porque ciertamente ha sido bueno con nosotros, y sus misericordias son nuevas cada mañana!