Por: Miguel Forero
Después de leer y reflexionar sobre el evento de Números (Bemidbar) 25 cuando Pinjas (Finees) en su celo da muerte a la pareja que había entrado al campamento de Yisrael para fornicar mientras el pueblo entero se lamentaba por el juicio de Yehováh, precisamente a causa de la fornicación a la que habían sido incitados por las mujeres moabitas, cabe la siguiente pregunta:
Y nosotros… ¿Cómo actuamos ante la inmoralidad sexual que nos invade hoy día?
No estoy sugiriendo que salgamos a dar muerte a fornicarios, adúlteros y demás pervertidos sexuales. Pero… ¿Cómo actuamos? ¿Nos quedamos callados, somos indiferentes, tolerantes, etc., ante todos estos desmanes? Por ejemplo, la comunidad LGTB realiza marchas de “orgullo gay” queriéndonos imponer su estilo de vida como normal y algo que debe ser aceptado por el resto de la gente. Pero… ¿Qué hay de orgullo en pervertir el orden de la Creación? ¿Acaso has visto algo de tales desfiles que sea digno de admiración o imitación? A diferencia de otros tipos de marchas, lo que exhiben sus participantes resulta grotesco y repugnante al sentido común; así nuestros niños van siendo expuestos a una moral torcida y sin valores, lo que demanda de los padres posturas firmes y claramente definidas al respecto, basadas en la Palabra de Yehováh y no tan solo en nuestra opinión personal, porque de otra manera nuestros niños serán las próximas víctimas activas de tales movimientos.
LO UNICO QUE PUEDE PROTEGER A NUESTROS HIJOS ES QUE APRENDAN DE NOSOTROS LA OBEDIENCIA SIN CONDICIONES A LA TORAH DE YHVH ¡NO HAY NADA MAS!