Cuando los productores industriales de harina muelen el trigo, enseguida eliminan el salvado y el germen, que son precisamente las partes más nutritivas del grano, para darle una aspecto blanco a la harina
¡Shalom a todos!
Hoy les compartiré de algo que, aunque parece simple y cotidiano, puede cambiar tu vida: el pan. Sí, ese alimento básico que muchos de nosotros comemos a diario sin pensarlo dos veces. Pero, ¿alguna vez te has preguntado si el pan que compramos en el supermercado es realmente saludable? Permíteme abrirte los ojos a un mundo donde el pan es mucho más que una simple rebanada de carbohidratos.
Nuestra protagonista es, Sue Becker, una apasionada de la nutrición y la fundadora de BreadBeckers.com, nos da una lección magistral sobre la importancia de volver a lo básico, a lo natural. Sue nos cuenta cómo, a través de su experiencia personal y profesional, descubrió que la harina integral recién molida es un superalimento que hemos olvidado en nuestro afán por la conveniencia y los productos procesados. ¿Sabías que la harina blanca, esa que encontramos en todas partes, es prácticamente un alimento vacío de nutrientes esenciales?
Sue empezó a cambiar su vida y la de su familia cuando decidió moler su propio trigo y hacer pan en casa. Los beneficios fueron inmediatos y sorprendentes: desde mejorar su digestión y eliminar el estreñimiento, hasta aumentar su energía y reducir su dependencia de los antihistamínicos. Todo esto solo por cambiar el tipo de pan que comía. ¡Increíble, ¿verdad?!
El problema radica en el proceso de la harina blanca. Cuando los productores industriales de harina muelen el trigo, enseguida eliminan el salvado y el germen, que son precisamente las partes más nutritivas del grano, para darle una aspecto blanco a la harina. Solo queda el endospermo, una mezcla de almidón y proteína que no aporta ni la mitad de los beneficios del grano completo. Además, la harina comienza a oxidarse y perder nutrientes desde el momento en que se muele. Por eso, el pan integral recién hecho en casa tiene un valor nutricional incomparable.
Pero, ¿cómo empezar? No necesitas hacer un cambio drástico de la noche a la mañana. Puedes empezar poco a poco, experimentando con diferentes tipos de granos y molinos caseros. Sue y su familia comenzaron así, y hoy en día no solo disfrutan de una salud envidiable, sino que también han creado un negocio próspero enseñando a otros a hacer lo mismo.
La historia de Sue también nos enseña algo fundamental: la preparación no solo se trata de almacenar alimentos, sino de elegir los correctos y mantenernos saludables. En tiempos difíciles, como bien dice Sue, es crucial estar fuerte y libre de medicamentos en la medida de lo posible. Y qué mejor manera de lograrlo que volviendo a lo que la naturaleza, y Dios según Sue, nos ha proporcionado desde el principio.
Así que, la próxima vez que vayas al supermercado, piensa dos veces antes de agarrar ese pan blanco y procesado. Investiga, infórmate y anímate a probar la diferencia que un buen pan integral hecho en casa con harina recién molida puede hacer en tu vida. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!
Hasta la próxima, ¡y que tengas una semana saludable y llena de energía! 🍞💪
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