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נָחָשׁ (Najash) – La Serpiente

[fusion_text]Por Tzvi ben Daniel –

La palabra Najash aparece en el tercer capítulo del libro del Génesis para designar al animal “más astuto” de los que fueron creados por Yehováh. Este animal, es conocido en español como la serpiente. Fue la serpiente quien engañó a Javá (Eva) para que comiese del fruto prohibido y posteriormente fue castigada por el Creador.

Desde una perspectiva biblica, la serpiente en sí, no es vista como un elemento inherentemente malo, o satánico. De hecho, si nos trasladamos algunos milenios en el futuro desde este episodio del Jardín del Edén, veremos que la serpiente-Najash aparece como un símbolo de poder en las manos de Moshéh, cuando retorna a Mitsráyim (Egipto) y confronta al Faraón (Éxodo 4:3; 7:15).

Más adelante, la Najash se convierte en el símbolo de sanación para el pueblo de Israel cuando Moshéh hace una serpiente de bronce (najash nejóshet) y la pone arriba de un asta, para que aquellos del pueblo que habían sido mordidos por las serpientes ardientes, la miraran y fuesen sanados (Números 21:9).

Por último, esta misma imagen de sanación fue la que utilizó Yeshúa cuando dijo que “como Moshéh levantó la serpiente (Najash) en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado”.[/fusion_text]

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¿Estamos dispuestos a ser probados como Abraham e Isaac?

Isaac no era un niño sino que contaba con aproximadamente 37 años, conforme a la cronología aceptada por la historia judía

Conociendo de antemano el final de la historia de Avraham ofreciendo a su hijo Isaac, resulta imposible para nosotros dimensionar adecuadamente lo que significó realmente tal prueba para él y para Isaac. Pero la realidad es que Avraham creyó que Yehováh resucitaría a Isaac, tal y como lo revelan sus palabras a los siervos que les acompañaban:

Y dijo Avraham a sus mozos: Permaneced aquí con el asno, que yo y el muchacho iremos hasta allí y nos postraremos.  Después regresaremos a vosotros.
Génesis 22:5

Siempre se habla de la prueba de Avraham; pero… ¿acaso Isaac no fue también probado aquél día? Siendo un hombre adulto, podría perfectamente haberse escapado de lo que parecía ser un desvarío de su padre, mas no lo hizo. ¿Qué sostuvo a Isaac atado esperando el cuchillo? La misma fe que condujo a su padre.

Contrario a lo que hemos visto representado tradicionalmente en las ilustraciones gráficas de éste evento, Isaac no era un niño sino que contaba con aproximadamente 37 años, conforme a la cronología aceptada por la historia judía, aunque era considerado “un muchacho” en aquél entonces.  Tengamos en cuenta lo siguiente:

  1. Isaac llevó sobre sí la leña para el holocausto, que ciertamente no eran solo unas ramas; lo que muestra que debía ser ya un hombre adulto.
  2. Voluntariamente se sometió al plan de su padre Abraham. A esa edad podría haberse resistido para evitar su  muerte; pero se dejó atar por su padre quien lo puso sobre los troncos.
  3. No se quejó durante el proceso.
  4. Regresó solo a casa.

¿Notas el paralelo con la vida de Yeshúa? Isaac es un tipo o sombra del Mesías, quien siendo ya un hombre adulto, llevó sobre sí el madero, sin quejarse; “se dejó crucificar”, es decir que voluntariamente aceptó el sacrificio, para finalmente vencer la muerte y regresar “solo” resucitado a Casa. Por el otro lado, Avraham es una figura del Padre entregando a Su Hijo en lugar nuestro.

La fe, definida como una confianza inamovible en las promesas de Yehováh, había llegado a su nivel y tanto Avraham, como Isaac, como Yeshúa, fueron capaces de honrar la voluntad de Yehováh.

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El que me desecha a mi, desecha al que me envió

Lc 10:1-16

Semana 35

Por: Harold Calvo  -

 

Anteriormente vimos como al final de la Fiesta de Tabernáculos Yeshúa comisionó a setenta discípulos con instrucciones específicas y los envió de dos en dos para que visitaran las ciudades que él mismo visitaría eventualmente:

“En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz (Shalom) sea a esta casa. Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros. En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante; y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios. Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles, decid: Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros” Lucas 10:4-11.

¿Cuál era el propósito de que los discípulos visitaran estas ciudades además de sanar a los enfermos?

Los discípulos fueron enviados con una misión especial; extender el Reino de los Cielos a los habitantes de estas ciudades. Pero ¿qué significa esto?

En el momento en que los discípulos entran a estas ciudades, están operando como embajadores del Reino. Ellos portan el testimonio de Yeshúa,  guardan los mandamientos del Altísimo, y caminan en justicia y verdad. Con sus acciones demuestran a estas personas como deben vivir sus vidas de acuerdo al orden establecido por Yehováh.

Parece ser que la maldad y la prepotencia de estos pueblos era mayor que la perversión y la injusticia que reinaba en Sodoma de ahí la advertencia (condena) que Yeshúa mismo declara para aquellas ciudades que “no os reciban”:

Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros. Y os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma, que para aquella ciudad”.

El testimonio de los discípulos, y los milagros que realizarían en tales ciudades, era razón suficiente para que los habitantes se volvieran (arrepintieran) a Yehováh.

Lo mismo ocurre hoy con nosotros. Somos una extensión del Reino. Yeshúa dijo:

“El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió” Lucas 10:16.

Nuestro testimonio será un testigo en contra de aquellos que no quisieron arrepentirse de sus malos caminos y volverse al Altísimo.

Nota: Después de que los setenta discípulos fueron enviados, no hay eventos reportados en la cronología de los evangelios sino hasta después de que los discípulos regresan de su misión, poco antes de la celebración de Janucá, alrededor del 14 de diciembre, semana 38… Reanudaremos esta sección entonces.

 

 

 

 

 

 

 

 

Abraham y Lot

Lot, la búsqueda de lo material

Las decisiones nuestras en el presente, labran el futuro que nos espera y a nadie podremos culpar de las consecuencias que nos alcancen. 

El capítulo 13 del Génesis, nos narra las rencillas entre la gente de Avraham y la de su sobrino Lot. Ante el problema, Avraham le da a Lot la opción de escoger la tierra que desee para terminar con los problemas, y este, a su juicio, tomó la mejor parte:

“Lot alzó sus ojos y vio la llanura del Jordán, la cual era toda de regadío, como el huerto de Yehováh…” Génesis 13.10

Expectante se traslado inmediatamente para allá, y poco a poco fue llegando hasta Sodoma donde estableció su morada. Probablemente Lot se sentía un poco incómodo por la maldad de aquella gente. Pero después de todo, ¿qué era esa incomodidad a cambio del beneficio de la prosperidad y la riqueza que estaba obteniendo? No le importó que sus hijas se casaran con gente de tal ciudad y su conciencia se fue cauterizando y volviéndose tolerante no fue capaz de salir por sí mismo de allí.

El resto de la historia de Lot, nos muestra las consecuencias de ese tipo de complacencia con la maldad. Por ahora Lot es llevado cautivo y es su tío Avraham quien viene en su rescate. Pero… ¿aprendió la lección? NO! continuó viviendo en la ciudad perdida y más adelante vemos como lo perdió todo por haber permanecido allí.

Lot pudo haber redirigido su vida y seguir los pasos de su tío Avraham; en lugar de eso, insistió en mantener su estilo de vida. Tuvo oportunidades de decidir lo correcto, pero no lo hizo.

Las decisiones nuestras en el presente, labran el futuro que nos espera y a nadie podremos culpar de las consecuencias que nos alcancen. Hoy es el día de evaluar y hacer correcciones; de salir de la Sodoma en que nos encontremos y de optar por una vida diferente de la mano de nuestro Padre Yehováh.


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¿Limpió Yeshúa todos los alimentos con su muerte?

La muerte de Yeshúa no cambió la naturaleza de los animales ni la función original para la que fueron creados.

El propio sentido común nos dice que después de entrar en contacto con excremento, o con fluidos corporales en general (semen, flujos menstruales, etc.) nos contaminamos de alguna manera, por lo cual buscamos asearnos cuidadosamente; sin embargo no pensamos así con respecto a la comida que las Escrituras declaran no apta para comer, la cual aceptamos o toleramos sin mayor inconveniente.

Consideremos el problema de la comida declarada inmunda. Se nos ha enseñado que “lo que se arrastra, corre o vuela toda va a la cazuela!” Pero eso es un terrible error. La muerte de Yeshúa no cambió la naturaleza de los animales ni la función original para la que fueron creados.

Por ejemplo, el zopilote o gallinazo, es una ave carroñera que fue creada con el propósito de asear la tierra al comerse los cadáveres que halla en el campo. Así era antes de la venida de Yeshúa y así sigue siendo ahora; por tal razón, nadie piensa en comerse uno.

De forma similar, el cerdo, fue creado para procesar los desechos de la materia orgánica; su función no fue cambiada tampoco. Los mariscos, langostas, cangrejos, ostras y demás cuya función es limpiar el fondo del mar y purificar sus aguas, siguen cumpliendo esa tarea. Y la lista es interminable. Ahora, si en realidad consideramos que Yeshúa cambió la función del cerdo y los mariscos ¿por qué no hizo lo mismo con el zopilote? ¡Piénsalo!

Piénsalo bien; consumir comida inmunda, afecta no solo nuestros cuerpos sino también nuestras almas:

…No hagáis abominables vuestras almas por (comer) cualquier animal que se arrastra ni os contaminéis con ellos, para que no lleguéis a ser inmundos, porque Yo soy Yehováh vuestro Dios. Vosotros, por tanto, os santificaréis y seréis santos, porque Yo soy santo. Lev 11:42-44

La mujer adultera

¿Dónde están los que te acusan?

Por: Harold Calvo  - 

Tal como lo vemos en varias ocasiones en los evangelios, el pueblo venía a Yeshúa y él les enseñaba; solo que en esta oportunidad, ocurre algo inesperado… se nos dice que los líderes religiosos de las sectas judías (los escribas y los fariseos) le trajeron a Yeshúa una mujer sorprendida en el acto del adulterio; esto para poner a prueba al maestro.

“En la ley (Torá) nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?” (Juan 8:5) – le preguntaron a Yeshúa.

La pregunta que podríamos plantearnos en este caso es, ¿estaban los líderes religiosos diciendo la verdad? ¿Merecía esta mujer la pena de muerte? Desde el principio se nos instruyó a no cometer adulterio:

“No cometerás adulterio” Éxodo 20:14.

Además la Torá establece claramente que el adulterio no sería tolerado en medio del pueblo de Israel:

“Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos” Levítico 20:10.

La respuesta a ambas preguntas es: Sí. Los líderes religiosos estaban en lo correcto, la mujer merecía la pena de muerte. Yeshúa sin sorprenderse del dominio que los escribas y los fariseos podrían tener del mandamiento, les respondió con una expresión que hasta el día de hoy nos deja a más de uno sin palabras…

“El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella” Juan 8:7.

Yeshúa evidenció a todos los presentes que querían matarla, demostrando que ninguno estaba en la posición de ejecutar la sentencia de muerte, debido a su condición pecaminosa; además de que la ordenanza dice que tanto el “adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos” y en este caso solamente habrían traído a una de las partes. ¡Una vez más vemos los juicios justos del Altísimo y un Yeshúa lleno de sabiduría y amor, que se dirige a esta mujer diciéndole: “¿Dónde están los que te acusan? Yo no te condeno; vete, y no peques más”.

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דַעַת (da’at) – Conocimiento

La primera vez que vemos esta palabra es en Génesis 2:9 en donde dice:

Y Yehováh Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia (da’at) del bien y del mal.
 
Daat no significa lo que se conoce hoy como ciencia, sino mas bien el “conocimiento experimental de algo o alguien”. La palabra da’at proviene del verbo hebreo yadá (ידע) que significa “conocer”, pero no en un sentido superficial o intelectual, sino en un sentido profundo e incluso íntimo en ciertas ocasiones, como vemos en Génesis 4:1
conoció (yadá) Adám a su mujer Hava.
 
Lo que llamamos conocimiento hoy en día, está relacionado con el aprendizaje intelectual y repetición memorizada de un tema específico. En la mente hebraica, el da’at tiene más que ver con la aplicación práctica de ese aprendizaje.
El profeta Oshe’a (Oseas) nos habla del peligro de no tener este tipo de conocimiento:
Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento (da’at). Por cuanto desechaste el conocimiento (da’at), yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley (Toráh) de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. Oseas 4:6
Estas duras palabras de exhortación del profeta, nos alientan a buscar aquel conocimiento que va más allá de lo intelectual. Cualquier persona puede aprender los Mandamientos o memorizar versos de las Escrituras, pero el verdadero conocimiento que evitará que seamos destruidos, proviene de vivir aquello que aprendimos como verdad.

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Shemini Atzeret – El Último Gran día

Por: Miguel Angel Forero  -

Lo que NO ES Shemini Atzeret

El Último Gran Día – Shemini Atzeret en Hebreo- es llamado en la Toráh: “El Octavo Día” que corresponde al día siguiente al último de la Fiesta de Sukkot y es considerado un Shabbat o día de descanso. NO es el domingo, como se interpreta en el Catolicismo, en el cual se afirma que en vista de que el Séptimo Día de la semana es el Shabbat, entonces el día siguiente, el octavo, es el domingo. Esto solo demuestra un desconocimiento total del Calendario de Yehováh.

En el presente, este día de descanso también es ampliamente conocido con el nombre rabínico erróneo de: “Simhat Torah” ó “Celebración de la Torá”. Expresión rabínica inventada para hacer referencia al plan de lectura anual de la Toráh en porciones semanales, el cual debe terminar precisamente el día de Shemini Atzeret.​ Vale la pena aclarar que la Toráh no ordena seguir ningún plan de lectura; más bien nos invita a reflexionar en ella y obedecerla todos los días; y mucho menos le da al Octavo Día la connotación de Simhat Toráh. Estas son corrupciones rabínicas de la Toráh de Yehováh.

Ahora bien, puesto que Shemini Atzeret no forma parte de la Fiesta de Sukkot, las ordenanzas que se aplican para tal Fiesta, a saber: peregrinación a Yerushaláyim y morar en una tienda o Sukkah, no son aplicables. 

​Lo que SI ES Shemini Atzeret

La Toráh declara Shemini Atzeret, como un día de descanso, en el que todo trabajo está prohibido.

Ciertamente el día quince de este mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, celebraréis una solemnidad a Yehováh durante siete días. El primer día habrá un reposo solemne, y el octavo día también habrá un reposo solemne. Levítico 23.39

La diferencia entre un Shabbat semanal y un día como éste, radica en que está permitido preparar alimentos; pero en cuanto al trabajo, debe suspenderse y además se debe tener una Convocación, es decir una reunión de la comunidad.

Fue durante este día que Yeshúa, mientras presenciaba la ceremonia de libación del agua en el Monte del Templo, pronunció su famosa invitación:

En el último día, el más grande de la Fiesta, Yeshúa se puso en pie, y alzando la voz, dijo: ¡Si alguno tiene sed, venga a mí y beba! El que cree en mí, como dijo la Escritura, de su vientre fluirán ríos de agua viva. Esto dijo acerca del Espíritu que iban a recibir los que creyeran en Él, porque todavía no había Espíritu, pues Yeshúa no había sido aún glorificado. Juan 7.37-39

Yeshúa estuvo presente durante esta ceremonia que invocaba la bendición de Yehováh para recibir las lluvias tempranas y tardías en la próxima estación agrícola; pero la Toráh no nos dice de manera explícita lo que nosotros debemos hacer en ella. Lo que sucedía en aquél tiempo, era que la gente, desmontaba sus sukas o tiendas, participaba en la convocación y luego partían de regreso a sus lugares de origen. Nada se dice en absoluto respecto a terminar la lectura de la Toráh.

Esto no significa que sea inapropiado seguir el calendario de lectura rabínico; pero vale la advertencia de que no estamos limitados por él, y que si deseáramos leer otra porción diferente, tenemos la libertad de hacerlo sin temor alguno.

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Fiesta de Tabernáculos (Sukot)

La Fiesta de Tabernáculos es también una sombra profética de las Bodas del Cordero.

Lc 10:1-16, Semana 35

La Fiesta de Tabernáculos o Sukot (en hebreo), es la última Fiesta del Otoño, y la última Fiesta del calendario bíblico hebreo. Esta, tiene una duración de siete días e inicia el décimo quinto día del séptimo mes bíblico.

Habla a los hijos de Israel y diles: A los quince días de este mes séptimo será la fiesta solemne de los tabernáculos a Yehováh por siete días” Levítico 23:34.

En ella, los hijos de Israel deben de habitar en tiendas o cabañas hasta el término de la Celebración:

“En tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos…” Levítico 23:42.

Tanto, el primer día como el octavo día son días de descanso; Shabat.

“…el primer día será de reposo, y el octavo día será también día de reposo” Levítico 23:39.

La Fiesta de Tabernáculos es también una sombra profética de las Bodas del Cordero, que se mencionan en el libro de Apocalipsis.

El Octavo Día de la Celebración es conocido como el Último Gran Día o Shminí Atzéret (en hebreo). De acuerdo al evangelio de Lucas, Yeshúa comisionó a setenta discípulos y los envío de dos en dos para que fueran a los lugares que él mismo visitaría posteriormente.

“Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir” Lucas 10:1.

Este relato es muy interesante, porque aquí podemos encontrar también otra figura profética de los 144.000 de las doce tribus de Israel, que serán enviados por todo el mundo como testimonio, después del derramamiento del Espíritu (la lluvia tardía) profetizado por el profeta Joel.

¡Que esta Fiesta de Tabernáculos sea un tiempo de regocijo y júbilo, para el pueblo de Israel!

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Yom Kipurim – Un día de limpieza para el alma

Por: Miguel A. Forero  - 

Es tiempo de limpieza; tiempo de hacer un alto y examinar nuestro andar delante de Yehováh. A pesar de conversar con Él frecuentemente, seguramente se nos van quedando cosas pendientes para resolver “más adelante”: relaciones averiadas, pecados ocultos, deudas pendientes, resentimientos enterrados, etc. Yom Kipurim nos da la oportunidad de sanar todas estas cosas y la mejor manera de hacerlo es reconociendo nuestra fragilidad, nuestra propensión al pecado y nuestra tendencia a posponerlo todo. Gracias a nuestro Padre Eterno, llega Yom Kipurim, el día en que podemos reparar todo esto.

¡Atribuid la grandeza a nuestro ‘Elohim! Él es la Roca, cuya obra es perfecta, todos sus caminos son justos, Dios de fidelidad, sin injusticia, justo y recto es Él. La corrupción no es suya, de sus hijos es la mancha.  Devarim 32:3-5

Es fascinante mantener este concepto claro en nuestro corazón. Nuestro Padre es todo lo que dicen estos versos y más. Pero… ¿estamos convencidos de ello realmente? O… ¿nos mantenemos culpándole por situaciones que nosotros mismos hemos provocado, o que simplemente han llegado a nuestra vida y consideramos que es injusto que así sea?

La corrupción NO ES SUYA! de sus hijos es la mancha. Cuando aprendamos a pensar de esta forma y asumamos la responsabilidad que corresponde a nuestro actuar, entonces y solo entonces, recibiremos la dirección, el soporte, el consuelo, el ánimo, la ayuda y demás que necesitemos de Sus manos.