Mateo 20:30-34
Semana 62
Por: Harold Calvo –
En repetidas ocasiones, vemos como Yeshúa afirma su misión de venir a rescatar las ovejas perdidas de la Casa de Israel, y esta no es la acepción.
“Dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Yeshúa pasaba, clamaron, diciendo: !!Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!”
Mt 20:30-34.
Estos dos ciegos pueden representar una figura de las dos casas de Israel: Judá y Efraím. Evidentemente, ambas casas habían perdido el norte; tanto Judá como Efraím quebrantaron la ley de Yehováh y por tanto sufrieron la maldición de no guardar los mandamientos de Yehováh; una ceguera espiritual…
“Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Yehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán… Yehová te herirá con locura, ceguera y turbación de espíritu…”
Deut 28:1,28.
Yeshúa responde a los ciegos con una pregunta muy curiosa:
“Y deteniéndose Yeshúa, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os haga?” Mt 20:32.
De primera entrada podríamos pensar que la respuesta a la pregunta de Yeshúa es obvia, pero en realidad requiere de rendición. Tal como ocurrió con los diez leprosos en Lucas 17:11-19, Yeshúa sana a estos dos ciegos después de que ellos reconocieron que Yeshúa tenía el poder para sanarlos. Pero el relato no termina ahí. Algo incluso más glorioso llega a suceder aquí.
“Porque ningún varón en el cual haya defecto se acercará; varón ciego, o cojo, o mutilado, o sobrado…” Lev 21:18.
Israel fue llamado a ser una nación de sacerdotes, pero la Torá establece que ningún sacerdote que tenga defecto (incluyendo ceguera) puede acercarse a la presencia de Yehováh.
Por lo tanto, Yeshúa no solamente estaba sanando a dos ciegos, sino que ¡estaba devolviéndole la dignidad a su amada Israel (de manera profética), para poder presentarse nuevamente delante de su Rey!