La palabra Najash aparece en el tercer capítulo del libro del Génesis para designar al animal “más astuto” de los que fueron creados por Yehováh. Este animal, es conocido en español como la serpiente. Fue la serpiente quien engañó a Javá (Eva) para que comiese del fruto prohibido y posteriormente fue castigada por el Creador.
Desde una perspectiva biblica, la serpiente en sí, no es vista como un elemento inherentemente malo, o satánico. De hecho, si nos trasladamos algunos milenios en el futuro desde este episodio del Jardín del Edén, veremos que la serpiente-Najash aparece como un símbolo de poder en las manos de Moshéh, cuando retorna a Mitsráyim (Egipto) y confronta al Faraón (Éxodo 4:3; 7:15).
Más adelante, la Najash se convierte en el símbolo de sanación para el pueblo de Israel cuando Moshéh hace una serpiente de bronce (najash nejóshet) y la pone arriba de un asta, para que aquellos del pueblo que habían sido mordidos por las serpientes ardientes, la miraran y fuesen sanados (Números 21:9).
Por último, esta misma imagen de sanación fue la que utilizó Yeshúa cuando dijo que “como Moshéh levantó la serpiente (Najash) en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado”.[/fusion_text]