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Parashá Koraj – Desafío a la Autoridad
Números 16:1 – 18:32

Es notable que la trampa en la que el grupo de rebeldes cayó fue la misma del Edén en esencia, pero matizada por otras circunstancias; la queja de esta gente, dicha de otra forma era: “¿Por qué solo ustedes -Moshé y Aharón- ejercen la autoridad, (definiendo lo que es bueno y malo)?” En otras palabras: ¿Por qué solo ustedes tienen derecho a la definición del bien y del mal? “¡Nosotros también queremos ese derecho!” En la lectura de hoy, observa cuidadosamente y descubre el patrón que probablemente has visto repetido en algún momento alrededor tuyo a lo largo de tu vida:
    • Quiénes se rebelaron en un comienzo (Vs 16:1-2)
    • Cuál fue el motivo de la rebelión (Vs.16:3)
    • Considera qué tan válidos y justos eran los argumentos presentados por los rebeldes (Vs. 16:3 y 13-14)
    • Ahora observa como reaccionó el resto de la congregación ante este problema (Vs 16:19)

Resumen de ordenanzas para la tribu de Leví

  1. Los levitas (no cohanim), no se acercarán a los utensilios santos ni al altar. 
  2. Deben guardar o proteger el Santuario (vs. 4-5) en todos los sentidos. Posteriormente vemos en los libros de Crónicas la organización que se hizo para guardianes, porteros y demás asuntos relacionados.
  3. Deberán atender rigurosamente todo lo que concierne al Santuario, para que no haya juicio sobre Yisrael. (vs. 5)
  4. Ningún extraño (al sacerdocio), podrá acercarse bajo pena de muerte (vs. 7), incluidos los levitas.

Beneficios de los cohanim

Siendo que los levitas no recibieron ninguna porción de tierra en heredad, Yehováh proveyó para ellos otro medio de sustento: las ofrendas, sacrificios y demás regalos que el pueblo traería para Él. Era la forma de pagarles por sus servicios en el ministerio. Los cohanim recibirían las ofrendas más santas – kadosh: Ofrenda por el pecado, ofrendas de culpa, y ofrendas de grano. adicionalmente recibían también la parte mecida de las Ofrendas de Paz.

Fuera del santuario, los cohanim recibían la terumáh – porción – del campo, de las viñas y  de las huertas. El pueblo debía traerles la primera parte de las cosechas, del aceite prensado, del vino y de la lana esquilada de las ovejas. También recibían porciones de la masa del pan, los primogénitos de los animales y adicionalmente, la espaldilla, las quijadas (los cachetes) y el cuajar (la última cavidad del estómago de los rumiantes) de todo animal sacrificado (Deuteronomio 18:3).

Los levitas por su parte, recibirían los diezmos de todo Yisrael (verso 24).  Pero ni los cohanim ni los levitas podrían tener heredad, porque Yehováh es su heredad.

Queda claramente establecida la diferencia entre el rol de los cohanim y los levitas. Los cohanim, eran quienes realizaban tareas como: quemar las víctimas sobre el altar, rociar la sangre en el mismo, hacer las libaciones de vino y de aceite o de agua, y muchas cosas más. Nada de esto podía ser delegado a los levitas; era estrictamente responsabilidad de los cohanim hacer todo esto.