Por: Miguel Forero
La porción de Génesis 28.10 – 32.2, tiene un aplicación práctica, entre otras, que tiene que ver con la señal que estableció Yaaqov camino a Harán, para hacer memoria de su encuentro con Yehováh.
Si tenemos cosas físicas que nos recuerden los compromisos que hemos hecho, será más fácil cumplir con ellos. Es el caso de los anillos de compromiso o matrimonio. Y por cierto, si las parejas escribieran sus votos matrimoniales, les pusieran un marco y los colgaran en las paredes de su habitación, donde tuvieran que verlos y recordarlos frecuentemente, muy probablemente se verían más motivados a “cumplir sus votos”.
Siendo que somos seres humanos emotivos, en los momentos de éxtasis o en los picos emocionales tendemos a hacer promesas, que luego nos olvidamos de cumplir. Algo similar debió sucederle a Yaaqov luego del sueño que tuvo. Pero, él, para evitar el olvido propio de su condición humana, levanta un piedra que marcará esa trascendental experiencia. De hecho a su regreso de Harán se detuvo allí para cumplir el voto que hizo.
Entonces si haces un voto a YHVH, represéntalo con algo de manera que cada vez que lo veas, te recuerde tu compromiso. Eso te ayudará a crecer en tu obediencia y en tu relación con nuestro Padre Eterno. Es la razón de señales tales como los tzit-tzit, el Shabbat, la circuncisión, la Escritura en nuestras puertas, etc.